La familia Hanabishi y la familia Hidaka son vecinos de al lado. Los padres de ambos hogares podrían llamarse los mejores amigos, así que todos se llevan bien como una gran familia feliz. En particular, Kouki, el único hijo de la familia Hidaka, fue criado con amor por las cuatro hermanas Hanabishi como si fuera su propio hermano. Un día, los padres de Hanabishi e Hidaka se estaban preparando para un largo viaje de negocios al extranjero. Kantaro Hanabishi sólo tuvo un problema que le impidió hacer el viaje: dejar a sus cuatro hijas en Japón.